Review: Revisión. Someter algo a nuevo examen para corregirlo, enmendarlo o repararlo.
Recientemente Ubisoft ha regalado Watch Dogs para PC a través de su aplicación Uplay a todo el que tenga una cuenta en ella y tal y cual. El motivo lo desconozco pero más o menos se cumplía un año desde la aparición de Watch Dogs 2. Así que era mi oportunidad de hacerme con una copia y jugarlo a ver qué tal.
No llevo mucho jugado pero tampoco quiero que se me pase el arroz, que ya mismo viene el fin del año y tengo una idea clara de “como ponerle al bicho”.
La sorpresa ha sido muy grata. Tenía al juego como un producto tosco e inacabado, manchado por la polémica del downgrade y de los triple A. Casi infumable. Poco más que un triste intento de llevarse un trozo del pastel y estar a la altura de los reyes del sandbox: Rockstar.
Pero nada de eso. Está a la altura de sobra y es un juegazo como un demonio. Asín de claro.
No entro en el debate downgrade porque a estas alturas es una tontería. Por supuesto que es una costumbre que hay que afear, pero después hay que saber hacer borrón y cuenta nueva para dar una oportunidad a la obra definitiva lo más objetivamente posible, primo.
Para empezar siempre va a estar a la sombra de GTA pero es inevitable. Los últimos de Rockstar son todos juegos sublimes, insuperables. Son los mejores en su género y punto pero Watchdogs hace muchas cosas bien.
Tiene varias cosas que otros ni huelen como un sistema de sigilo aceptable, doblaje al español más que decente, posibilidad de acudir a las habilidades de hackeo y un desarrollo de características del personaje más complejo que la media.
El manejo de los vehículos no es tan brusco como había leído y a poco que te acostumbras se puede pasar un rato divertido conduciendo y haciendo el gamberro. Hasta tal punto que si tenemos en cuenta la cantidad de vehículos disponibles y lo mezclamos con las habilidades ‘hack’ en tiempo real planta batalla muy dura a los GTA en éste aspecto.
No todos son luces, por supuesto, y adolece defectos muy de Ubisoft y del género mundo-abiertil. El personaje más que plano me parece contradictorio pero no es algo que a estas alturas nos importe. Se nota cierto esfuerzo en elaborar su trama y sus sentimientos pero bla-bla-bla. Lo que importa es que a la hora de liarla parda, repartir estopa y generar caos que es para lo que hemos venido aquí, es un personaje la mar de chulo.
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Así se ve en mi PC |
Algo que no me está gustando son las distintas vestimentas que puede obtener el tipo. Si no lo vas a hacer bien, no lo hagas. Al final lo único que cambia es el color. Tampoco me parecen cómodas algunas opciones de pirateo cuando vas a toda velocidad pues se pierden muchas oportunidades o acaba todo siendo un desastre. Además hay demasiados puntos donde los vehículos se meten piñas tremendas que a veces te frenan en seco por la cara y otras veces en que si deberían frenarte salen airosos como si nada. El personaje a veces se queda atrapado en un arbusto o arbolito con la densidad de una roca plutónica. Cosas de los videojuegos modernos.
No me acaban de convencer los minijuegos virtuales tecnológicos o psicotrópicos salvo el de la araña gigante. Un relleno poco apropiado y alejado del supuesto tono oscuro y reivindicativo que se pretende. No si al menos otorgan alguna habilidad o tienen luego algún efecto en el ecosistema del juego. Si no es así no les veo mucho recorrido.
Vamos a repasar el sistema de hackeo, sigilo y evolución del personaje. No son para nada simples aunque pueda parecerlo y se combinan bastante bien. Cierto que existe un único botón para hackear y otro para ocultarse y que al final se resume a pulsar botón en el momento justo, algo parecido a un quick-time-event. Todos los odiamos. Pero va un poco más allá pues hay cierta capacidad de elección y estrategia. Podemos fabricar elementos de distracción, provocar apagones y mecánicas como utilizar las coberturas adecuadamente convierten el juego en algo distinto.
Por supuesto que está todo inventado. Las coberturas las inventó Gears of Wars (aunque ya lo hacía Space Invaders), la fabricación de herramientas viene de The Last of Us mismo (… que es… un Uncharted con zombies), el sigilo lo borda Hitman por ejemplo pero aquí al menos hay un icono que te va diciendo como de notable te estás haciendo al enemigo. El parkour… Watchdogs no tiene realmente parkour… Ni si quiere tiene el poco parkour que tiene Assassins Creed, cualquiera de ellos. Tiene un botón para saltar con postureo y ya.
En definitiva, por separado da la sensación de simpleza pero en conjunto son una delicia que además casan bien con el trasfondo y no son elementos de relleno. El juego va de esto precisamente, de mezclar a lo que ya vemos en los títulos de mundo abierto con nuevas mecánicas para enriquecer la fórmula si es que se puede y es necesario.
Si alabamos el sistema Némesis de Sombras de Mordor por qué no alabar lo que hace Watchdogs… Quizá debieron ponerle un nombre molón al sistema… Si. Ahí se les pasó.
Vamos terminando. Maravillosa selección musical que incluye piezas de jazz. Chicago bien representada. Armas para aburrir. Un On-line curiosete y buenas dosis de diversión-caos… qué más… que más… poco más.
Me temo que lo peor que le pasó a Watch Dogs le pasó el 17 de septiembre de 2013. Salió GTA V y todos vimos lo que era capaz de hacer.
Pero ahora, visto este juego tres años después de que saliera y una vez pulido a mí, lo que es a mí, me ha parecido un videojuego como la copa de un pino y me está dejando muy buen sabor de boca. Un juegazo.
Esto me hace plantearme una idea que ya me planteé con Destiny y es si los comentaristas de juegos debemos volver cada cierto tiempo a revisar lo que ya pontificamos desde nuestros altares tiempo atrás. Revisar, cuando haya que revisar, lo ya dicho. Quizá esto de los videojuegos triple A y sus críticos requiera ese acto de contrición, compadre. Review.
Y ¡que demonios! Hay que agradecer que lo regalen. Además, hace poco han regalado el Assassins Creed IV Black Flag que ni siquiera es el peor de su saga. Pero es que antes habían regalado el The Crew…
Mis respetos, amigos franceses. Para mí, el expediente queda limpio. ¡Vive la France!
¡Viva Ubisoft!