Stardew Valley es un videojuego de gestión de recursos... No. Stardew Valley es un videojuego de gestión, pero no de gestión de recursos. De gestión de otra cosa. Es otro concepto.
La premisa incial que propone el título es sencilla y obvia. Trabajas para una malvada multinacional, en una sombría oficina y se te brinda la oportunidad de cambiar completamente de vida. Tu abuelo te deja una granja para que hagas de ella tu modo de vida y de paso formes parte de la idílica sociedad de Pueblo Pelícano. Como decir que no a eso. Todos llevamos un granjero dentro.
Todo está claro. Huyes de una vida estresante y gris, llena de rutina... O no. Nada más ver la granja eres sutilmente invitado a limpiarla completamente de rastrojos, trozos de madera y piedras que literalmente inundan todo el espacio disponible. También te incitan a que te presentes a todos los vecinos del pueblo y son más de 30 y también les gusta recibir regalos de tu parte.
Muchos serán los jugadores que se pasen las primeras jornadas limpiando y para cuando se quieran dar cuenta cada mañana tendrán que regar las plantas, alimentar animales, recoger frutos, sembrar, atender el calendario de cumpleaños, cortar árboles para esa ampliación del corral que tanto necesitas. Acabas de sustituir una rutina por otra, casi igual de estresante. Menos gris, eso si.
Pero puedes no hacer nada de eso. Nadie te dice que el dinero en el valle no es necesario para sobrevivir. Puedes pasar todo el día sin probar bocado. No tienes que comprar comida ni gastar en facturas de, por ejemplo, electricidad. La televisión funciona de gratis y la chimenea ni siquiera necesita madera ni destreza alguna; es literalmente como pulsar un botón. ¿Servicio de recogida de basura o agua? tienes en el inventario un icono de basura o siempre puedes echar lo que te sobre en el cajón de ventas. El agua de tu propio terreno te servirá para llenar tu regadera e incluso en el más avanzado estado de tu granja cuando decidas llenarlo todo de aspersores de iridio no tienes que conectarlos a ninguna red de alcantarillado o suministro. TODO GRATIS.
¿Entonces? Entonces te acaban de engañar amigo. Puedes dedicar cada uno de los días a lo que te de la real gana. Puedes ligar con gente (incluso con varios a la vez), puedes explorar mazmorras, practicar pesca deportiva en estanques, ríos, mar o incluso en lava (poco recomendable). Puedes hacer de mecenas para los vario artistas locales, asistir a actuaciones de un grupo local en ciernes, hacerte coleccionista de arte (para esto si que vas a necesitar dinero. El arte es caro, amigo), colaborar con los fondos bibliográficos y culturales de la biblioteca local y un largo etcétera. Sobrevivir en Stardew Valley es gratis. No necesitas dinero pero todo está muy orientado a que maximices beneficios. ¿No te suena de algo de tu anterior vida? ¿No suena a multinacional?
Y es que, el título no es un gestor de recursos. La mayoría de recursos son abundantes. El juego es un gestor... del tiempo.
Para empezar el día empieza y termina. Hagas lo que hagas a las dos de la madrugada tu personaje caerá rendido y serás castigado por ello. No hay otra penalización más allá de que te quedes es sin energía o sin salud y ambas se recuperan picando entre horas lo que vayas encontrando por ahí. Esta sencilla regla convierte el título en algo distinto. En los tradicionales juegos de gestión si te lo montas bien puedes estar "minando" o "recolectando" el tiempo que quieras pero claro desatenderás otros recursos igualmente importantes. Aquí no. Aquí no hay recurso mas importante que el tiempo.
Otros ejemplos. Conseguir la mayoría de las recompensas requiere básicamente esperar al momento oportuno. Necesitarás determinados peces que únicamente podrán ser pescados en invierno. Algún tipo de cultivo que sea por decir algo... de otoño o que simplemente no se pone a la venta hasta pasado todo un año. Muchos elementos del juego no se desbloqueas hasta que no le caes bien a alguien concreto por lo que tendrás que hacerle recados y regalos. Sólo un regalo por día y como mucho dos a la semana. Cosas así. Por supuesto que hay recursos y logros que abren otros nuevos pero el uso del tiempo casi siempre está presente.
Siendo honestos donde mejor brilla el título es en la gestión de la granja por supuesto, pero incluso aquí el factor paciencia está más que presente. Uno de los recursos que más se valora en la venta es el aceite de trufa. Para obtenerlo primero necesitarás un corral que requerirá dinero y materiales y el corral no se construye inmediatamente. La carpintera estará varios días dando martillazos en tu terreno para edificarlo. ¿Y ya? Nada de eso. Necesitas un corral mejorado que sea capaz de alojar cerdos. Te pedirán más dinero y más recursos y más martillazos. Luego compras el cerdo que busca automáticamente las trufas y ya. No. El cerdo es un bebé. Tiene que crecer y comer y no pasar frío. Después si. Después ya te busca las trufas... Y necesitas una aceitera que es exclusivamente para este menester y cuyos planos no tendrás de inicio; Te los tienes que ganar. ¿Como? agradando al personal oportuno, avanzando en tus habilidades y todos estos pasos, todos, requieren de uno de los pocos recursos que no es abundante.
Todo requiere de tiempo. Y curiosamente este tiempo no solo corre dentro del juego. Otro engaño. El tiempo que te piden... ES. TU. TIEMPO.