martes, 8 de septiembre de 2015

DESTINY Y LA INDUSTRIA

Destiny cobrará por tres “expansiones” en su primer año un total de 80 Euros. Si a esto añadimos el coste inicial del juego cuando salió, unos 50-60 Euros, el coste de la tarifa de internet que cada uno tenga y el servicio de suscripción que algunas plataformas exigen para jugar online (no funciona sin conexión), la cuenta empieza a abultarse.
Pero sigamos; 100-130 euros de juego al año. Más otros 100 proporcionales de conexión y suscripción, por no hablar de la consola y el mando ni restar promociones u ofertas… ¿Dónde quiero llegar? A que cada vez se está poniendo más caro esto de jugar “a la última”, a títulos modernos y recientes que estén en la cresta de la ola.
Hasta aquí la variable PRECIO con la que tampoco quiero cebarme. Al fin y al cabo el precio es relativo, cambiante y ondulante. Empecemos con la calidad. Un videojuego triple A que NECESITA tres expansiones de pago y una huelga de usuarios en su primer año para mantenerse en todo lo alto ¿es un producto de calidad?