viernes, 28 de octubre de 2016

ORI AND THE BLIND FOREST

Esto nos lo vamos a ventilar pronto. Ori and the blind forest es un juegazo como la copa de un pino.

Vaya por delante que el género tiene sus añitos: Saltar, disparar, esquivar y avanzar en dos dimensiones. Si no te va el asunto, a otra cosa. Similar a Rayman Legends, Child of Light o el fantástico Heart of Darkness.

Estamos ante un título bonito a la vista, que pone a prueba la habilidad del jugador sin llegar a ser enfermizo y sin hacer concesiones extrañas a las modas de la industria. Ofrece una diversión sin ambages y una evolución del personaje, la dificultad o los power-ups justa, coherente y razonable que abre nuevas posibilidades al mapeado cada cierto tiempo.

http://sawuinhaff.deviantart.com


Tiene una mini-historia de fondo encantadora y sencilla, unas mecánicas absolutamente maravillosas, inteligentes y cuidadas que cuando las descubres se te pone una sonrisa bobalicona en la carita. No recuerdo otro juego reciente que me haya hecho decir tantas veces “¡Qué bueno!”.

Mirad que diferencia. En otros juegos se suelen sacar de la manga alguna excusa barata e irritante para volver atrás en el mapeado. En éste me moría de ganas por aprender a nadar o mejorar el salto para volver a ese estanque o esa roca saliente que se me resistía. Y todo esto lo logra con naturalidad y buen gusto.

Está por encima de notas, modas y precios, no obstante se puede encontrar a unos 12 euros y ha recibido no pocos premios, habiendo estado incluso nominado a juego del año varias veces.

Al personaje dan ganas de estrujarlo y tiene un sistema de guardado que le da diez mil millones de vueltas a cualquier juego que haya jugado en los últimos años.

Será un juego eterno, clásico. Atemporal.

¡Ah! ¡Maravilla cuando los juegos son honestos con el jugador de toda la vida!

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