jueves, 1 de septiembre de 2016

LA PIRATERIA ES LO QUE TIENE

Todo lo que van a leer a continuación es fruto de altas fiebres y calores de verano. Cualquier parecido con la realidad es puriquita casualidad. No me lo tomen en serio.

Venga, al lio. La industria de los videojuegos ha luchado honorablemente contra la piratería. Ahí lo lleváis.

Sé lo que vais a decir. Que algunas maniobras han sido oscuras y es cierto. ¿Ejemplos? Los códigos DRM, pagar hoy por lo que no pagábamos antaño -jugar online-, el problema del abandonware y la reticencia de muchos a “liberar” títulos ya de sobra amortizados o los intentos de evitar la segunda mano. Eso, por supuesto, no es de recibo y/o hay que darle alguna vueltecilla a los conceptos.

Pero es una industria que, en vez de lloriquear como el cine o la música y endiñarnos el canon digital para al final caer derrotada, ha sabido reposicionarse continuamente.

Todo parte de admitir que la informática y por ende, internet, es crucial para la subsistencia de casi cualquier sector y que los beneficios que reportan son mayores que sus peligros.

Además está el hecho de que los videojuegos han sido, son y probablemente serán un entretenimiento masivo. Pero masivo hasta decir basta. La teoría de los grandes números. Los que pagan, compran y se portan bien superarán a “los malos” siempre.

Repasemos nuestros primeros recuerdos sobre videojuegos y caeremos en la cuenta de que están unidos a las monedas de 25 pesetas. Y recordemos a esas madres comprándonos una consola o un ordenador enarbolando el lema de que así no gastaríamos todo en las “maquinitas”. ¿Ven el truco? 

Videojuegos = dinero.

Quizá sea porque la industria es moderna y nace sabida. Se admite. Pero también es cierto que desde un principio ha tenido esa lacra detrás. Había épocas en que copiar videojuegos era algo tan sencillo como meter una cinta en un radiocasete de doble pletina. Los Sony eran de los mejores...

Desde sus comienzos los videojuegos se han pirateado, y se han pirateado a manos llenas. Y los piratas han ganado mucha pasta con ello. Probablemente más que los propios profesionales del sector. Y eso sí que no se podía sostener. Era o ellos (piratas) o nosotros (jugadores).

Imagen de Red Ted Art (pinchen, pinchen...)
Pero se ha luchado bien pues cada vez hay más peña que decide pagar por aquello a lo que juega, cueste lo que cueste. El precio salvo excepciones no parece desorbitado y fluctúa. También observo que cada vez hay más opciones para jugar a más videojuegos en más plataformas, con modelos muy distintos (free to play, micropagos, suscripción a mundos persistentes, pay to win, ofertas steam o Humble Bundle, segunda mano, mecenazgos, tiendas virtuales, amplio mercado de periféricos, DLC de pago, ediciones múltiples, ingresos por publicidad…) y con unos arcos de precio más amplios.

Gran parte del éxito de la estrategia consiste en usar a tu enemigo en tu favor: Jugar online es lo mejor que le ha pasado a los videojuegos desde los Blu-Ray. Así, el que piratea un videojuego tiene complicado jugar online y no digamos ya recibir mantenimiento, asistencia, actualizaciones, correcciones de errores, etc. 

Internet = amigo.

También hay que decir que los sistemas de seguridad se han sofisticado. Ahora el que quiera piratear un videojuego con todas las garantías tiene que currárselo muy mucho. A veces el esfuerzo no merece la pena.
Sin ir más lejos, pongo ejemplos de todo tipo que redundan en las ideas expresadas:

The Witcher III es un juego absolutamente desprotegido que sin embargo ha sido un éxito de ventas, de crítica y de público como se suele decir. En muchos de sus foros se recrimina a todo el que huele a pirata.

Just Cause 3 planteó una seria batalla contra los crackeadores de juegos, hasta tal punto que alguno tiró la toalla y vaticinó que en el futuro no será posible piratear juegos.

HearthStone, un videojuego gratuito de cartas es un éxito de beneficios para blizzard, compañía que por otra parte apuesta por modelos siempre innovadores como WOW. Tanto es así que Nintendo lo está petando con Pokemon-Go. También de “gratis”.

Locomalito, a base de regalar los juegos estilo retro que hacía para PC logra que su título abanderado, “Maldita Castilla”, se haga de pago en Xbox One.

GTA V sigue rompiendo records de ventas y aún no ha sacado expansión de pago alguna pero si una ingente cantidad de micro-contenidos gratuitos. Para los que piensan que muchos juegos incluso los de tope de precio sólo se amortizan a través de DLC´s de pago.

¿Conclusión? Si se respeta al público y al producto la piratería baja.

Y a vosotros, ¿Dónde os pilló la muerte de Chanquete?

No hay comentarios:

Publicar un comentario